Sin duda es uno de los favoritos para ascender a la máxima categoría del fútbol juvenil, y es que el Atlético Baleares ha empezado la Liga Nacional con paso firme. Con 6 puntos logrados de 6 posibles, después de vencer a Playas de Calvià a domicilio y a Rafal en casa, los de Alex Calero ya se sitúan en la parte alta de la tabla.
El partido ante el Rafal no fue nada fácil para el Baleares. Aunque tuvo el dominio del balón y salió siempre jugando desde atrás, tal vez le faltó un poco más de conexión entre líneas. Hubo destellos de buen juego, con algunas jugadas destacables, pero la falta de profundidad y la falta de definición en las pocas ocasiones creadas, hacían presagiar que el partido terminaría en tablas.
En el minuto 85 marcó para el Baleares Adrián Llauradó al saque de una falta. El balón rebotó en la defensa y despistó al portero, que nada pudo hacer para evitar que el esférico se colara en la portería. En resumen: un Rafal con un gran trabajo defensivo, intentando alguna contra y un Baleares con falta de gol y de más entendimiento en los metros finales.
Está claro que si el Atlético Baleares quiere lograr su objetivo, subir a División de Honor, hay que seguir trabajando, cosa que a buen seguro harán, ya que el tándem Calero-Pascual y los jugadores de la plantilla demostraron las cualidades técnicas y tácticas para ello. En los últimos minutos del partido el Rafal lo intentó, pudiendo haber conseguido el empate en casi dos jugadas seguidas.